RADIO QORILAZO:En tan solo dos años, las clínicas privadas aumentaron su facturación al Seguro Integral de Salud de S/1 millón 700 mil a S/114 millones. La deficiente administración y la falta de presupuesto ponen en riesgo la vida de miles de afiliados a nivel nacional.
No solo la justicia está infectada con el virus de la corrupción. El Sistema Integral de Salud (SIS) está en cuidados intensivos por culpa de malos funcionarios. Los hechos de corrupción , la deficiente administración, las historias clínicas adulteradas, la falta de medicinas y el corto presupuesto componen la radiografía de un organismo debilitado.
La corrupción se refleja en situaciones delirantes. En la Red de Salud Canas, en Cusco, los funcionarios del SIS tenían la costumbre de cobrar el servicio de sepelio de una persona fallecida en más de una ocasión. Es decir, en los papeles del SIS, un paciente moría tres veces y las tres veces tenían que enterrarlo; por ende, cobraban triple por llevar a la tumba a un difunto. Los empleados adulteraban los certificados de defunción y consignaban como apoderados de los fallecidos a los representantes de las funerarias.
Este caso es solo un ejemplo de los 23 actos indebidos que ha detectado la Procuraduría Anticorrupción, que preside Amado Enco, a nivel nacional y que ha generado un perjuicio económico al Estado de S/215 millones 418 mil y, lo más grave, poniendo en riesgo miles de vidas.
En el informe “La corrupción en el sector salud: casos en el SIS”, de junio de 2018, elaborado por la procuraduría y al que tuvo acceso Perú21, se evidencia que el mayor porcentaje de casos de corrupción se presentó en las Instituciones Prestadoras de Fondos de Servicio de Salud (IPRESS), como postas y hospitales, y servicios médicos de apoyo público, prestado por privados que realizan atenciones con fines de prevención, diagnóstico y tratamiento.
¿CÓMO OPERABAN?
Los funcionarios de las postas médicas y los hospitales se aliaron con los trabajadores de las clínicas privadas con el objetivo de que los asegurados del SIS se atiendan en los establecimientos particulares de salud imponiéndoles precios excesivos a los insumos y servicios prestados para que ambas partes se beneficien.
“La corrupción también está en manos de los servidores de los hospitales, quienes usan indebidamente los recursos del SIS para pagar los servicios de agua y luz, ocasionando que exista falta de medicamentos, insumos y materiales que demandan los asegurados”, se lee en el documento que adjuntamos a continuación. fuera poco, los cálculos para justificar las transferencias efectuadas por el SIS a las IPRESS se sustentan en Formularios Únicos de Atención que vienen siendo falsificados por los empleados de los establecimientos públicos, sobrevalorando de esta manera la deuda que tiene el SIS con las postas, hospitales y clínicas.
En el informe se identificó que por atención de emergencias en clínicas privadas, los montos facturados al SIS se incrementaron desde S/1 millón 700 mil en 2014, a más de S/114 millones en 2016.
Una auditoría evaluó las regiones que concentran más del 90% del total de prestaciones pendientes de pago: Lima y Piura. En Lima se encontró que 1,323 atenciones facturaron un total de S/32 millones, lo que resultó en promedio que una clínica le cobraba al SIS S/24 mil por atención; y en Piura, se evaluaron 2,982 con un importe total de S/15 millones, que en promedio son 5 mil por emergencia.
Estos hechos son investigados por el delito de colusión agravada en la Fiscalía. Los delitos de malversación y peculado son los de mayor incidencia en los casos de corrupción.
Fuente : Perú 21