QORILAZO NOTICIAS:El presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, Manuel Fumagalli, señala que el gobierno debe aprender de la crisis en Las Bambas para tomar acciones preventivas en Tía María.
La crisis en Las Bambas ha vuelto a poner sobre el tapete el recurrente problema de la conflictividad social en minería. “De este caso saldrán lecciones aprendidas para evitar futuras crisis”, asevera Manuel Fumagalli, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE).
¿Cómo ven los inversionistas el conflicto en Las Bambas?
En general, hay un impacto negativo en la imagen del Perú como país atractivo para la minería, debido a la reacción tardía del gobierno en afrontar el problema. Pero se trata de un impacto que se puede rrtir, dependiendo de cómo se maneje en adelante con las lecciones aprendidas.
¿Las inversiones mineras no se verán afectadas?
Ahora tenemos la gran oportunidad de consolidar un nuevo ‘boom’ minero. La inversión en minería creció 26% en el 2018, a US$4,947 millones, y se proyecta que este año crecerá a US$6.700 millones. Para concretar esto, tenemos dos desafíos: la conflictividad social y la sobrerregulación.
¿Cuál es el principal problema, la conflictividad o la sobrerregulación?
Los conflictos sociales son el principal desafío, pero muy cerca está el de la sobrerregulación, que es un tema pendiente. Si analizamos el portafolio de proyectos mineros vamos a ver que la mayor parte no se ha desarrollado y que tampoco se han sumado nuevos proyectos.
¿Por esos dos motivos?
Si queremos ver nuevas minas no podemos quedarnos en nuestro portafolio de US$59.000 millones, que es más o menos estático. Debemos nutrirlo con nuevos proyectos y ponerlos en valor, y para ello debe haber una voluntad firme del Estado de acompañar a la minería moderna. Y allí, el proyecto más emblemático para este año es Tía María.
•TÍA MARÍA Y CONFLICTOS
¿El ejemplo de Las Bambas no escalará a Tía María?
Los proyectos no se pueden extrapolar. Tía María tiene su propia dinámica y sabemos que Southern Copper ha estado desarrollando un trabajo social. Además, si el gobierno ha aprendido la lección en Las Bambas, deberíamos ver que toma una acción preventiva para evitar una situación de conflictividad.
¿Cuál es la lección de Las Bambas?
La lección de esta crisis es la necesidad de que el Estado se manifieste de forma temprana para cubrir las necesidades de la población en servicios básicos e infraestructura. Y cumplir oportunamente con esos compromisos, porque de lo contrario se generan conflictos.
¿Habrá un impacto en los US$6.700 millones de inversión minera para este año?
Esperamos que esa inversión no se verá impactada. Solo en el Corredor Minero del Sur hay proyectos por US$17.000 millones, pero somos optimistas en que se van a desarrollar bien.
¿Tiene la expectativa de que la conflictividad no recrudecerá?
La conflictividad en el Perú no se reduce a Las Bambas. Es un tema más complejo. Las Bambas devela que hay bastante trabajo por hacer en acción temprana por parte del estado y en mayor comunicación de los beneficios de la minería por parte de las empresas. De este caso saldrán lecciones para mejorar controversias a futuro y evitar que escalen a crisis.
¿Qué beneficios de la minería deberían conocer las comunidades?
Es importante que las comunidades conozcan la cuantía de los recursos que genera la minería y hacia donde se destinan. Solo en los últimos 10 años se ha transferido S/.39 mil millones en canon y regalías, pero también es importante saber en qué se usan. Un 19% de los recursos del canon tienen un destino que se desconoce.
•NO HAY NUEVOS PROYECTOS
¿La sobrerregulación sigue siendo un gran desafío?
Impacta en la exploración y en la producción minera. Por ejemplo, la producción aurífera bajó 6% en el 2018, y en lo que va del año siguió bajando porque no hay nuevos descubrimientos.
¿Eso se debe a la menor exploración minera?
Se debe a la burocracia en la exploración, que alimenta de proyectos a la minería. El potencial está allí: tenemos el 5% de las reservas de oro y el 10% de las reservas de cobre del mundo, pero hemos explorado menos del 2% del país. Para ello necesitamos resolver los problemas de acceso a la tierra y simplificar la regulación.
¿Cuánto ha caído la inversión en exploración minera?
En el 2018 la inversión en exploración cayó 14%, y en enero-febrero de este año ha caído 37%. Eso impide que el portafolio de proyectos siga creciendo.
¿Cuál fue la producción de oro en el 2018?
En 2018 el total fueron 143 toneladas, 11,1% menos que en el 2017.
¿Y para este año?
La tendencia seguirá a la baja porque, si bien pueden entrar nuevos proyectos, como Quecher Main, que es una ampliación de Yanacocha, lo que necesitamos son nuevas minas que reviertan esta tendencia.
•VENTANILLA ÚNICA PARA EXPLORACIÓN
¿Qué se necesita para revertirla?
Se puede implementar la Ventanilla única, para reducir el número de trámites en minería, que suman 260, de los cuales sólo el 10% depende directamente del Ministerio de Energía y Minas (MEM).
¿Qué permisos?
Por ejemplo, antes de explorar se necesita obtener muestras que deben ser autorizadas por Serfor y Produce, las cuales toman cinco meses. Luego se debe obtener el Certificado de Inexistencia de Restos Arqueológicos (Cira), el permiso de uso de agua con la ANA y diversas autorizaciones con el MEM. Y desarrollar consulta previa si hay comunidades. Todo eso suma y al final una empresa demora no menos de 18 meses para empezar a perforar.
¿Senace no ve eso?
No. Senace no ve proyectos de exploración. Necesitamos trabajar en este concepto de Ventanilla Única para evitar duplicidades en los trámites, pero sin reducir estándares ambientales. E ir más allá de lo que se hizo con el reglamento de exploración minera, que no ayudó mucho a reducir plazos.
Fuente: El Comercio