May 10, 2018
CUSCO: Los herederos de la pobreza en Cusco
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Cuatro de cada diez cusqueños son pobres a pesar que en los últimos quince años en la región hubo una inversión de alrededor de 80 mil millones de soles. La pregunta es en qué se invirtió ese dinero. La anciana es pobre desde su nacimiento. No recuerda cuántos años han pasado desde que empezó su vida con estrecheces. En cambio, tiene el recuerdo fresco de su padre Fortunato, un campesino pobre y viejo que bebía mucho. De aquel hombre, adicto al alcohol, solo heredó su pobreza y una vetusta vivienda en la comunidad campesina de Waracha, un paraje sobre una colina rodeada de nevados, pampas de ichu y fuertes vientos que golpean el rostro como puñetazos. Honorata no sabe leer ni escribir. Solo habla quechua. Esta mujer de manos callosas, rostro gastado y ajado por el frío y los años aprendió a no llorar como sí lo hacen otras mujeres. O quizá las lágrimas se le acabaron en la juventud. Honorata tuvo once hijos. Se le murieron seis. Los cinco sobrevivientes huyeron de la situación crítica de pobreza abandonando a su madre. Van a ser diez años desde que vive sola y solo con los 200 soles que recibe cada dos meses del Programa Juntos. MÁS POBRES La realidad es dura en Cusco. Cuatro de cada diez son pobres. Viven mensualmente con 338 soles. En tanto, casi 70 mil personas que habían dejado de ser pobres en años pasados volvieron a caer en ese bolsón de miseria. “A eso se le llama ‘la pobreza más triste’. Es duro para una persona volver a una situación de carencia. No solo hay un efecto psicológico, también en la salud y en el entorno familiar”, explica el economista Jean Paul Benavente. Para el coordinador académico de la Facultad de Economía de la Unsaac, Rafael Vargas Salinas, si además del ingreso mensual se considerara otros aspectos como acceso a salud, agua, educación, vestido; el número de pobres se multiplicaría por tres en zonas rurales. A eso se le conoce como pobreza multidimensional. El economista José Orós refiere que si las cosas no cambian la pobreza multidimensional irá creciendo entre 1% y 2% anual. MILLONES EN EL AIRE En las casas de Lauramarca, comunidad a dos horas de la ciudad de Cusco, no hay perros. No hay necesidad de contar con esos animales que ahuyentan a los ladrones. En Lauramarca no hay nada qué robar. La casa de Martín Yucra Luna es una vetusta construcción de adobe con techo de calamina que se descascara como una costra. Adentro el piso es de tierra y el ambiente sirve a la vez de cocina, almacén y comedor. Sus alimentos son preparados en un fogón alimentado con leña. Toma el agua cruda de un manantial que llega a su casa por tubos. La potabilización del líquido es una excentricidad en este lugar. Usan un silo para aliviar sus necesidades. Martín, sus cuatro hijos y su esposa reúnen los rasgos que los hogares y personas deben tener para entrar en el perfil de la pobreza del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). “El gobierno regional está haciendo obras en Tinque, que es un anexo y no una comunidad madre como Lauramarca. Nos están excluyendo. Dígale eso al gobernador (Edwin Licona)”, nos dice Martín, que piensa que trabajamos para la Región. “Cada cierto tiempo llega gente de la Región para hacernos encuestas sobre qué necesitamos y después no hacen ninguna obra”. La observación de Martín conduce a un asunto clave para entender en algo esa paradoja de que Cusco tiene un bolsón tan alto de pobres cuando ha sido la región -después de Lima- donde más inversión pública se ha realizado. La inversión de los tres niveles de gobierno (Ejecutivo nacional, Gobierno Regional y municipalidades) ha sido opulenta. Desde el 2004 a la fecha (incluye el presupuesto de este año), se gastó y mal casi 80 mil millones de soles, casi el equivalente al presupuesto nacional del año 2010, ascendente a 88 mil millones de soles (ver infografía). CORRUPCIÓN E INEFICIENCIA ¿Dónde fue a parar tanto dinero? ¿Por qué Honorata y Martín y, sobre todo, los niños no han recibido ni un sol de esa millonaria cantidad de dinero? ¿Por qué siguen siendo pobres en una Región rica? Varios especialistas coinciden en que la plata se perdió en corrupción, obras mal hechas y excesiva burocracia. Vargas Salinas refiere que el mal uso del canon gasífero y minero se refleja en obras que no han servido en nada o que no eran prioritarias: estadios, coso de toros, palacios municipales, piscinas, entre otros. La Mesa de Concertación de Lucha Contra la Pobreza opinó que la corrupción generó “pérdidas económicas y pérdida de confianza en los gobernantes”. Eso condujo, añadieron, a la paralización de los principales proyectos regionales. Se puede mencionar la avenida Evitamiento, hospital Antonio Lorena, Gasoducto Sur Peruano y Aeropuerto Internacional de Chinchero. José Orós recordó que gran parte del dinero estatal se pierde en el pago de coimas, ampliaciones de presupuesto, adendas, entre otros, como se ha visto en el caso Lava Jato. “Es un mal que ha contribuido a retroceder en crecimiento y lucha contra la pobreza”. Muchas autoridades gastaron el dinero solo por gastar. A inicios de 2015, un agricultor de Echarati, Felipe Quispe Suma, se quejó por sus plantaciones de plátano que estaban siendo diezmadas por la mosca de la fruta. Había un proyecto de la comuna para ayudarlos, pero Felipe jamás recibió un sol. Dos exalcaldes de Echarati (Elio Pro y José Ríos) están buscados por la justicia por haber malgastado el dinero que podría haberse destinado a ayudar a agricultores como Felipe. Por si eso fuera poco, hace tan solo tres días, la Contraloría detectó que el alcalde de Chumbivilcas, David Vera, quiere digitalizar 279 colegios con una inversión de S/ 4 millones 998 mil 175,68 soles. Buena iniciativa pero 11 instituciones no cuentan con suministro de energía eléctrica y 243 carecen de servicios de telefonía e internet. Un proyecto inviable. ¿Cuántas obras de este tipo se hacen en toda la región? Nadie se anima a dar una respuesta. Otro factor considerado como causa del aumento de pobres, dicen los economistas, es el descuido de la inversión en proyectos productivos. Se dejó de lado los sectores turismo y agropecuario, que son los que generan la mayor cantidad de puestos de trabajo. NO LLEGÓ EL PROGRESO En los gobiernos de Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala la economía del país creció a niveles de 4% y 7%. En esas tres gestiones se habló de chorreo, de enseñar a pescar antes que dar pescado, de inclusión social y de una gran transformación a favor de los más necesitados, pero nada cambió. Los que pagaron los platos rotos de la desatención gubernamental fueron los pobres. Eso lo sabe Andrea Saire, que siempre ha vivido en la carencia. En su casa de adobe se respira pobreza, desorden y tristeza. Sobrevive con los escasos ingresos que obtiene por la venta de pequeñas prendas que teje (away) en las ferias. A la vez ofrece agua mineral y gaseosa en una mesita colocada al borde de la carretera Interoceánica en la comunidad de Llullucha (Ocongate). No era cierto el cuento de que la carretera iba a traer desarrollo, dice en quechua. Tampoco era cierto que el crecimiento económico iba a llevar desarrollo y bienestar a los pueblos más pobres del país. Lo saben Honorata, Martín y Andrea. La única verdad es el daño que causa la pobreza. Se ve en los ojos de Andrea, que se llenan de lágrimas mientras su cuerpo se estremece entre las sacudidas de un llanto silencioso. Fuente:La Republica

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